viernes, 17 de junio de 2011

La distribución


Se agrupan bajo este vocablo las operaciones finales, pero no las más delicadas, de la industria petrolífera, que consisten en transportar los productos salidos de las refinerías, almacenarlos en depósitos y puntos de venta y por último expenderlos a los clientes gracias a una red de comercialización que cubra el con junto del territorio. Ciertos clientes importantes pueden ser servidos directamente de las refinerías.
Así es como una central eléctrica recibirá su fuel-oil directamente por oleoducto o por cisternas, pero, por regla general, la distribución exige un despliegue de medios múltiple en función de la infinita variedad de necesidades de los clientes, y no sólo por los productos en sí mismos, sino también por los servicios accesorios a la venta. En estas condiciones, las inversiones y gastos operacionales de distribución son mucho más elevados que los de una refinería, que cubre, como lo hace:
- Los oleoductos de productos;
- los barcos de cabotaje de alta mar;
- los transportes fluviales (canoas, chalanas, remontadores);
- los depósitos de almacenamiento;
- los vagones-cisterna;
- los camiones-cisterna, grandes transportes de 35 Tm o pequeños distribuidores de fuel doméstico;
- las estaciones de servicios, de las que las más modernas son verdaderos centros comerciales donde el automovilista encuentra todo lo que le hace falta para su coche y la distracción contra la monotonía de la autopista;
- el avituallamiento de las aeronaves (150 Tm de carburorreactor para un Boeing "747") por medio de camiones especializados y una red de canalizaciones subterráneas;
- el suministro a los navíos en todos los puertos por barco cisterna o por conducciones en el muelle unidas al depósito de fuel-oil;
- el llenado de botellas de gas licuado (butano o propano).

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